Después de la muerte del General Franco, durante los últimos cuarenta años de magnífica democracia millones de españoles han permanecido prácticamente, y en la práctica, pasibles viendo como la nación fuerte que se les legó (octava potencia mundial) es relagada hoy día a la más miserable de las servidumbres. Un gobierno títere de oscuros poderes económicos, y un pueblo sumido en la miseria que contempla como cada día es más pobre. Pueblo sumiso también que se despreocupa de todo y prefiere quedarse en sus casas mientras otros los saquean legalmente. O aún peor, que vota y pone directamente en las poltronas parlamentarias a los traidores y más vulgares chorizos que guían los destinos de nuestra nación, con el beneplácito de ese pueblo al que engañan impunemente.
Pero lo cierto es que no se puede engañar a todo el mundo, y durante todo el tiempo. Y ciertamente millones de españoles hastiados del bipartidismo se han echado ya en los brazos de las nuevas marcas blancas del sistema, creyendo que así algo cambiará. Estos partidos "regeneradores" se han nutrido esencialmente de los principios e ideas que nosotros llevabamos decenas de años proclamando en calles y plazas. Podemos y Ciudadanos, partidos que venían a regenerar la política, que no eran ni de izquierdas ni de derechas, que nunca se iban a aliar con la casta, que pararían los deshaucios , .. etc.. etc.. No hace falta más que sus propios hechos para quedar en evidencia y ser desmontados. Es la hora de poner nuestra opción en marcha, y aunar en un mismo esfuerzo colectivo a los miles de españoles patriotas que aún resisten a la manipulación sistemática del sistema.
Muchos se preguntarán como es posible hacer eso, si ya durante cuarenta años no lo hemos conseguido, y nada parece que pueda cambiar a mejor (sino todo lo contrario)
¿Dónde hemos estado los patriotas españoles durante este tiempo? ¿Por qué habiendo grandes intelectuales, catedráticos, líderes cargados de verbo y razón, no hemos sabido llegar a la gente? ¿Se puede echar la culpa a los medios de comunicación? ¿A las infiltraciones del CNI? ¿Al nulo interés de la población por nuestras ideas?. Pues posiblemente, pero no nos engañemos, la culpa real la han tenido los propios patriotas. No aquellos que permanecen en las calles impasibles al desaliento , y que seguirán haciéndolo, pero eso no quita puedan estar equivocados en las formas.
Las viejas fórmulas políticas, el intento inútil de homologarse y exportar modelos partidistas extranjeros, la constante de querer construir cada proyecto desde el tejado o el seguir la misma e incansable rutina de actos y conmemoraciones han hecho imposible, y hacen imposible, el resurgir de un movimiento social y nacional en España que pueda mostrarse como alternativa.
Sin embargo una magnífica generación de jóvenes rompe hoy las ataduras de lo políticamente correcto. Ya no es cuestión de no salir en los medios, ni de no haber una imagen impecable dada al exterior, ni de que al pueblo no interese lo que decimos, y ni mucho menos que haya que ocultar quiénes somos y quiénes son nuestros referentes. Con la verdad y la firmeza de la razón como única arma, los jóvenes del Hogar Social Ramiro Ledesma en Madrid están consiguiendo lo que desde partidos políticos y proyectos electorales jamás antes se había hecho. Decenas de asociaciones y movimientos de similares características son los que en España de forma autónoma empiezan a surgir.
Es a esta juventud a la que le corresponde hacer todo aquello que generaciones pasadas no consiguieron. Recogemos de ellos su sacrificio que pone en nuestras manos el legado de un testigo que se ha defendido durante decenios en nombre de la Patria y la Justicia. No podemos conformarnos con mantener la llama que contra viento y marea ha aguantado gracias a ellos, y corresponde a los jóvenes avivar con su entusiasmo el fuego que consiga prender los corazones de millones de españoles y poner fin a esta dictacracia que nos saquea y vende con descaro el futuro de la nación.
Construyendo la casa desde abajo, cimentando como es debido y creando una base suficiente para sostenerla, es la única fórmula mágica para en un futuro poder mostrar un proyecto serio a los españoles que consiga desbordar los límites establecidos. Los hechos siempre dirán más que las palabras y a la vista está que los nuevos proyectos de caracter social que se están forjando ilusionan a los españoles de los barrios, e ilusionan a los patriotas que creemos que la Justicia Social no debe reducirse a la caridad, y que queremos cambiar a España para que en nuestro suelo no vivamos más esta podredumbre a la que estamos sometidos.
Despacito, con buena letra, pero sabiendo claramente la urgencia que clama España y su pueblo, debemos trabajar incansablemente y con mas fiereza que nunca para conseguir que aquello que parecía imposible pueda ser un sueño cumplido. Pero no se trata de sueños, sino de la oportunidad histórica, quizá la última, que ante los jóvenes se nos presenta de poder reconducir la deriva de nuestra Patria. Y quiera Dios, por el bien de España, no fallemos esta vez.
AM
2 comentarios:
ADELANTE HSM
Muy buen artículo aún no está todo perdido hay que luchar por España!!
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