El ultraconservador Mike Pence es el primer
vicepresidente de EE.UU. en el cargo que encabeza la llamada 'Marcha
por la Vida' que cada año recorre Washington con un mensaje de rechazo
frontal al aborto.
"La vida está ganando nuevamente en Estados Unidos",
dijo el alto funcionario frente a la multitud reunida en la capital
estadounidense, y agregó que la lucha contra el aborto vive en el país
un momento "histórico".
También participarán en la
manifestación la consejera presidencial Kellyanne Conway, los
legisladores republicanos Chris Smith, Joni Ernst, y Mia Love, así como
el arzobispo de Nueva York, el cardenal Timothy Michael Dolan y la
actriz mexicana de telenovelas Karyme Lozano.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump,h
a comunicado a través de Twitter su "pleno respaldo" a la celebración
de esta Marcha contra el aborto que tendrá lugar en Washington, bajo el
lema The Power of One (El poder de una misma).
"La Marcha por la Vida es importantísima. A todas aquellas que vais a manifestaros... ¡tenéis mi pleno apoyo!", ha escrito el presidente estadounidense.
Otros presidentes republicanos, como Ronald Reagan (1981-1989) y George W. Bush (2001-2009), participaron con un mensaje no presencial en esta Marcha, que celebra este año su 44ª edición.
Los
antiabortistas confían en que la convocatoria de hoy "sea muy especial"
porque, tras ocho años de Gobierno demócrata, "por fin" tienen de nuevo
una Casa Blanca que está en sintonía con sus convicciones
"Ahora sí tenemos un Gobierno que nos escucha y nos defiende. Las políticas de (el anterior presidente de Estados Unidos) Barack Obama fueron terribles", explica Sarah, una joven que irá a la marcha con sus amigas del grupo de jóvenes de su iglesia.
Una de las primeras órdenes ejecutivas que firmó Trump como presidente, el pasado lunes, prohíbe el uso de fondos del Gobierno para subvencionar a grupos que practiquen o asesoren sobre el aborto en el extranjero, una política republicana que data de la década de 1980 y que Obama había cancelado.
Trump
se esforzó en su campaña por despejar cualquier duda sobre su posición
sobre el aborto, tras la apertura que mostró en el pasado, y logró
pacificar a este sector prometiendo nominar jueces contrarios al aborto
para el Tribunal Supremo y eligiendo a Pence como vicepresidente.
Pence
es la garantía para los republicanos más conservadores en temas
sociales (aborto, matrimonio entre homosexuales): le avala su historial
como congresista y como gobernador de Indiana (2013-2017).
En la Cámara de Representantes encabezó el tipo de batallas que exaltan a ese sector y,
como gobernador, firmó una ley criticada por permitir la negación de
servicios a homosexuales por motivos religiosos y otra que prohíbe
abortar por la discapacidad, raza o género del feto.
Trump, en una entrevista el miércoles con la cadena ABC,
pronosticó que hoy habrá "una gran multitud" de manifestantes
antiabortistas e incluso dijo que quizás "sería mayor" que la
multitudinaria "Marcha de las Mujeres" del pasado sábado en Washington, que congregó a más de medio millón de personas.
Entre
las múltiples reivindicaciones progresistas de esa convocatoria, que
reunió a millones de personas en EEUU y el resto del mundo, estaba garantizar los derechos reproductivos de las mujeres.
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